Una sábana de estrellas cubre el corazón de Zambia. En el poblado todos duermen sobre hojas de zamioculca. Todos menos el viejo Chimwamsozi, recostado con sus asenderadas rodillas contra su pecho. Como un erizo, anticipa horas embarazosas. Es el varón de mayor edad. En realidad, el único de su generación. El resto fue devorado por…
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